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¿Es tan malo ser un Gamer?
Empecemos por el principio, ¿Qué es un Gamer? Aquí hay varias definiciones, la principal es: se llama gamer a la persona que juega de forma profesional y le pagan por ello, es decir participan en eSports; pero no todos los juegos se juegan de forma profesional, entonces, también se considera gamer a una persona que pasa bastante tiempo jugando, los juegos le apasionan y es muy bueno pero sin llegar a ser profesional.
Socialmente hablando, los gamers pueden ser mal vistos por no tener un trabajo convencional o, principalmente, por pasar demasiado tiempo frente a un dispositivo, más del que socializan. Entonces es común escuchar burlas sobre ellos y no se los considera “material” para construir un futuro, mucha gente usa palabras degradantes para referirse a ellos. Y bueno, como en todo, hay personas y personas en este mundo hay tanto gente buena y responsable, como también gente con una mala salud mental y poca madurez, ante esto consideremos que no es correcto generalizar.
También creo que hay que aclarar que una persona se puede considerar gamer dependiendo del tipo de juegos que disfrute, es decir que, si juegas candycrush o juegos de ese estilo, en verdad eres un jugador casual y simplemente quemas el tiempo y te relajas con algo que te ayuda a no pensar demasiado.
Entonces, ¿De dónde salen los Gamers?
Tiempo atrás los video juegos no eran precisamente asequibles, solo se podían encontrar para consolas y estas son, bastante costosas, entonces o pagabas para jugar en salones llenos de chicos y aprovechabas esa hora al máximo sin perderte detalle, o pagabas más para llevarte la consola a casa por una semana y jugabas todo el tiempo que tenías libre para disfrutarla a más no poder, si con suerte existía esa posibilidad.
Luego si tenías la suerte de que tus papás te compraran la consola del momento, los juegos demoraban muchísimo en salir y seguían siendo bastante caros; entonces repetías los que tenías al punto de conocerlos de memoria de cabo a rabo.
Crecer en este momento, donde tener acceso a este tipo de diversión era tan complejo y poco frecuente, te llevaba a apasionarte con cada juego que llegaba a tu vida así que jugabas hasta ser el mejor, como no era común podía hacerte sentir especial, ni hablar si eras mujer y eras buena jugando; No veías el momento de tener tu dinero para poder comprar todos esos juegos que antes no podías tener, de allí salen muchos gamers. Lastimosamente muchos nos quedamos en el aire porque cuando ya tienes el dinero, no tienes el tiempo o la energía. 🤦♀️
Pero ese no es el único origen, para las nuevas generaciones el jugar ha sido mucho más fácil, y es que hoy también puedes jugar a través de computadoras y dispositivos, en ellos puedes encontrar juegos gratuitos, o puedes ver comerciales en lugar de pagar por ciertas recompensas. Luego, los hijos de ex gamers, tuvieron a la mano las consolas con las cuales sus padres iban cumpliendo sus sueños y el tiempo que ellos ya no tenían. Muchos crecieron viendo la pasión que sus padres tienen por los juegos y desarrollaron el mismo cariño, crecieron también de frente a la existencia de los eSports y sabiendo que hay gente a la cual le pagan por jugar, además existen torneos que se anuncian por redes que ofrecen premios económicos, esto, los impulsa a entrenar y a ser cada vez mejores en este ámbito.
Ocurre también que muchos apasionados por los videojuegos descubrieron, a través de ellos, una vocación hacia la programación, pregúntale a cualquier desarrollador si no me crees; hoy en día hay muchos chicos que quieren aprender código y lenguaje de programación gracias a la fascinación que el crear un videojuego a partir de esto les despierta.
El problema de frente a este tema viene cuando no logras equilibrar el tiempo que pasas jugando, con el que te permite cumplir con tus actividades diarias y socializar; en muchos casos la satisfacción que produce el pasar niveles o conseguir logros, puede amortiguar la falta de logros reales en la vida y por ello existen personas que se aferran a los juegos como a una droga para escapar de la realidad; este extremo es el preocupante y lamentablemente con este extremo se asocia a todos los gamers aun si ese no es el caso; lo cierto es que existen más personas apasionadas por los videojuegos que disfrutan de una vida tranquila, simplemente que gracias al equilibro que han encontrado no llegas siguiera a enterarte que tienes a tu lado a un gamer más.
Muy poca gente entiende que, en la actualidad, los juegos te permiten socializar de forma diferente y que esto facilita este tipo de interacciones muchísimo para personas tímidas o introvertidas a quienes les cuesta hacerlo de la forma tradicional.
Habiendo dicho esto, creo que ser gamer no es malo en absoluto, siempre y cuando encuentres un equilibrio entre el juego y tus responsabilidades; ¡todo lo contrario! Favorecen al aprendizaje de destrezas como: la planificación, la estrategia, la inteligencia espacial, la motricidad fina, y la curiosidad; los niños que juegan videojuegos aprenden que una derrota no es el fin del mundo y se vuelven persistentes para conseguir sus metas. También hay que tomar en cuenta que el jugar implica ciertos riesgos, primero que no todos los juegos son aptos para todas las edades, segundo que los juegos en línea que ofrecen la maravillosa posibilidad de socializar, también los expone a temas como el bullying, el grooming y la pedofilia; por ello es tan importante que los padres sepan bien que están jugando sus hijos, con quien están hablando o si alguna conversación los ha hecho sentir incómodos, también que moderen el tiempo que pasan frente a las pantallas asegurándose que sea una vez que han cumplido con sus obligaciones esenciales. Si quieres guía para acompañar a tus hijos mientras juegan o si eres un gamer, pero te cuesta mantener esta persistencia en la vida real, agenda una cita que yo puedo ayudarte.
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