¿Comer o no comer?

julio 25, 2020

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¿Comer o no comer?
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Es interesante como hemos escuchado tanto sobre los trastornos alimentarios, sin embargo, a la hora de preguntar ¿Qué son? La respuesta que obtendremos es muy general, esto me hace pensar que si tenemos a una persona atravesando por este tipo de trastornos lo más probable es que no sea fácil reconocerlo, entonces voy a resumir un poco de que se tratan los trastornos alimentarios que conocemos actualmente, además intentaré explicar las situaciones emocionales por las cuales atraviesan estas personas.

Para empezar una breve definición, son afecciones graves de salud mental con implicaciones médicas, afectan a la capacidad del cuerpo para obtener nutrición adecuada lo cual puede llevar a enfermedades cardíacas y renales incluso la muerte. Si, puedes morir a causa de este tipo de padecimientos, o sea el tema es serio.  

Un punto en común que encontraremos en algunos casos de los trastornos que vamos a tratar hoy es la dismorfia corporal, que en esencia es una incapacidad para observar como nuestro cuerpo se ve realmente, al encontrar un “defecto” en él, su presencia se maximiza y quien la padece hará todo lo que esté en sus manos para mejorarlo o desaparecerlo, la existencia de este “defecto” puede generar estados graves de angustia que pueden repercutir en la vida diaria.

Anorexia nerviosa: Hay que diferenciarla de la anorexia por si sola que tiene origen orgánico y es un síntoma de otro tipo de trastornos; La anorexia nerviosa tiene un origen psicológico, la persona que la padece se siente y se ve a sí misma gorda, sabiendo eso empecemos a recorrer sus síntomas:

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Se puede observar una reducción muy fuerte en el peso de la persona, rechaza la comida y al conversar se puede notar miedo intenso a subir de peso, quien la padece no es consciente de su delgadez ni del bajo peso que presenta y seguirá intentando adelgazar; en la parte clínica se observa caída del cabello, coloración amarilla en la piel que además está reseca, uñas quebradizas y amenorrea, entre otros. Además de dietas, una persona con anorexia también puede ejercitarse de forma desmesurada o usar laxantes, ayunar exageradamente e incluso provocarse el vómito después de comer.

Bulimia: Las personas que padecen esta enfermedad suelen pasar por 3 fases:

La primera es el atracón: durante esta fase ingieren grandes cantidades de comida y bebida que contengan una alta carga en calorías, lo harán de forma desesperada y tratando de ingerir una gran cantidad en el menor tiempo posible, suelen hacerlo a escondidas y estos episodios tienen una carga gigante de vergüenza y culpa.

La segunda es la purga o las conductas compensatorias: es este el momento en el cual se suelen provocar el vómito, consumen laxantes o medicamentos que les permitan deshacerse de todas las calorías ingeridas, así también, hacen ejercicio de forma exagerada y pueden llegar al punto de hacerse daño.

La última es el estado de vigilancia: durante esta fase circulan por la mente de forma repetitiva ideas destructivas y de minusvalía, de aquí nacerá la ideación para un nuevo atracón.

Las personas con bulimia difícilmente pasarán largos periodos de ayuno, esta posibilidad no se descarta totalmente; mientras que en la anorexia no se observan atracones.   

Atracón: quienes lo padecen suelen ingerir grandes cantidades de comida mucho más de lo que ellos necesitan y lo hacen de forma rápida y usualmente en solitario, la ingesta está acompañada de culpa y ansiedad, a diferencia de los trastornos ya  mencionados quien sufre de este trastorno no buscará hacer algo respecto a la culpa como el ejercicio y las purgas, lejos de eso la desesperación le llevará a comer más; esta enfermedad no se presenta únicamente en personas con sobrepeso, sin embargo, puede desembocar en ello.   

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Vigorexia: si bien este no se cuenta entre los trastornos de tipo alimentario si es un tipo de dismorfia corporal por ello me pareció importante incluirlo en este artículo.

Una persona con vigorexia realizará dietas y programas de ejercicios que generen masa muscular con el propósito de tener un cuerpo con musculatura marcada y firme, el problema con esto es que las personas con vigorexia seguirán encontrando áreas “problemáticas”, buscarán todas las formas posibles para que la musculatura aumente cada vez más llegando incluso a consumir drogas que aceleren este proceso.   

Es realmente difícil ponerse en el lugar de la otra persona cuya visión se ve nublada por las emociones que le abruman y por el peso de los sentimientos de auto rechazo, la necesidad de ocultarlos es tan desesperada que genera altos índices de ansiedad, les propongo un ejemplo para intentar entender cómo funciona:

Imagina que la ropa que llevas se ha roto en áreas privadas, te es imposible cambiarte o arreglarlo, de esta forma deberás pasar tu día entero entre compañeros de trabajo, y desconocidos ¿te has incomodado verdad? Ahora multiplica esta sensación por 1000 y súmale la idea de que la gente te mire, lo note y comente, se burle ¿cómo te sientes?

Quisiera que la sensación que este ejemplo te produce se acercara a la preocupación que alguien en esta condición siente, pero es muy difícil.

Habiendo dicho esto vamos a la base de cada una de estas condiciones, quien padece estas enfermedades puede tener otro tipo de trastornos de fondo, sin embargo, lo que los desencadena son eventos de estrés muy fuerte o quizás eventos dolorosos o traumáticos que no se procesan de manera correcta, considerando esto sabremos que NO se trata de un asunto voluntario y sobre el cual se tiene control, cada fase y episodio ocurre de manera impulsiva; entonces, decirle que coma, que pare de comer, repetirle que se ve bien o que exagera, no tendrá ningún efecto si esto no se acompaña de terapia psicológica y en varios casos medicación o alternativas como las que hablamos en el tercer capítulo de mi podcast “del uso sin abuso” siempre supervisadas por un profesional, lejos de ello generará frustración y mayor ansiedad.

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Según he podido observar, desde distintos ángulos de esta situación, la idea de sentirse aceptados y encajar en los parámetros establecidos por la sociedad puede producir cierto alivio, ya que, se entiende que en este momento podrán amarse a sí mismos, sin embargo, la constante es que ese punto está muy pero muy lejos. Lo que abunda es una sensación de inferioridad, de no encajar, de no ser lo suficientemente bueno para sus seres queridos, de tener que esforzarse para merecer cada muestra de afecto y esto puede ser muy doloroso, y no, estas condiciones no se tratan de la subestimada necesidad de aceptación o de “llamar la atención” expresión de la que he hablado mucho en mis redes, estas conductas son un grito de auxilio ante problemas más graves y necesitan apoyo y amor, no juicios ni críticas. Es posible que este no sea el sentir de todos quienes padecen estas enfermedades, los seres humanos somos muy diversos, la idea es traer un poco de luz al dolor por el cual se atraviesa.     

Cuando alguien que queremos muestra alguno de los signos que he mencionado lo mejor que puedes hacer es hablarle con cariño y mucho respeto, explicarle tus  preocupaciones, proponerle que busque ayuda y ofrecerle acompañarle durante el proceso, es importante tener paciencia, ya que, es muy probable que no acepte recibir ayuda y aunque la acepte también existe una enorme posibilidad de que abandone el tratamiento; superar este tipo de situaciones no es fácil, las personas que padecen este tipo de trastornos suelen ser muy conscientes de su situación, así también son conscientes de su incapacidad para detenerse y esto genera muchísimo dolor, todas estas sensaciones les llevan a reiniciar el ciclo.

Lo que no ayuda son las observaciones con respecto a su físico, decirles lo delgados que se ven o si han ganado peso, peor cuando se les recrimina sus actos y comentarios; he tenido casos donde la culpa inicia cuando son los miembros de su familia quienes la siembran cuando los ven comer o dejar de hacerlo, incluso cuando dejan de hacer ejercicio, también son los responsables de ayudarles con dietas y purgas, el asunto es que como familia difícilmente somos conscientes de como nuestras actitudes y comentarios, pueden dañar a las personas que nos rodean.

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Para terminar este artículo quisiera hacer un llamado a dejar las observaciones, críticas y comparaciones en relación con el físico de las personas, que deje de ser normal comentar si engordó o adelgazó, empecemos a ser más creativos para saludar.

Si te identificas con esto y estas pasando por un momento doloroso como los que he descrito busca ayuda, cuenta conmigo para llevar tu proceso.  

¿Necesitas ayuda? … Contáctame

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Comentarios 1
  1. Angela

    Muy buen artículo, muy interesante y educativo

    2020-07-26 15:03:21

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