No me levantes la voz

enero 22, 2021

comentarios: 0

No me levantes la voz

Para ponerles en contexto, recientemente se han hecho públicas varias grabaciones de docentes gritando y maltratando a sus alumnos, lo cual, ha generado 2 bandos en redes sociales, el primero conformado por quienes han expresado su rechazo ante esta actitud y el segundo quienes lo respaldan en nombre de la buena educación.

Photo by Immo Wegmann on Unsplash

Al ver esto no pude evitar recurrir a mis recuerdos de los profesores que pasaron a lo largo de mi educación, y noté que el recuerdo de muchos de ellos me ponía una sonrisa en la cara, mientras que el de otros me incomodaba mucho.

Un sin número de anécdotas sobre como muchos de ellos influyeron en la persona que soy ahora circulaban por mi pensamiento, a ellos, muchas gracias; quienes no pusieron una sonrisa en mi rostro también me trajeron anécdotas, por supuesto, muchas me trajeron risas burlonas y otras estaban llenas de incomodidad porque también me marcaron, es que, ahí estaba la razón por la cuál detesto las matemáticas, parte de la razón por la cual yo sentía que el dar mi opinión no era correcto, por la cual pasé toda mi adolescencia y parte de mi juventud creyendo que era una “majadera” sin remedio (una mala noticia para ellos es que nunca aprendí a callarme).

Habiendo dicho esto quisiera pedirles que recuerden a sus maestros y cuenten cuantos de ellos realmente demostraban amar su trabajo, cuantos de ellos parecían estar ahí por obligación; con esta información cuéntenme: cuantos de ellos gritaban y maltrataban a sus alumnos y a que grupo pertenecen.  

Quiero contarles dos anécdotas similares para poder observar la diferencia entre alguien que ama lo que hace y alguien que no:

Tenía 14 años y no había tenido tiempo de peinarme, primera hora matemáticas, estábamos repasando el contenido de la clase anterior y ya habíamos hecho una tarea al respecto; decidí hacerme un par de trenzas, mis pelos en la cara eran un verdadero estorbo, y como entendía el tema pues empecé, sin hacer ruido y observando con atención a la licenciada que daba la clase, segundos después escribió un ejercicio en la pizarra y a gritos me indicó que lo resolviera, mientras me acercaba terminaba de agarrar mi pelo a lo que ella se adelantó, me jaloneo del brazo clavándome las uñas, me asustó; resolví el ejercicio con el procedimiento que ella nos había enseñado, sin embargo, en mi miedo había omitido un signo de menos. Estaba tan enojada, me dolía el brazo y me dolía el orgullo, la sesión de gritos por mis trenzas y las aseveraciones sobre mi inteligencia, me duelen hasta ahora y ¿saben qué más? No podría volver a resolver un ejercicio de esos, aunque mi vida dependiera de ello, me dejó a supletorios saqué la nota más alta pero no recuerdo nada más de ella.

¿les pasó?

Vamos con el segundo:

En la universidad desarrollé una necesidad por tener música conmigo constantemente para poderme concentrar, disimuladamente con el audífono por la manga de mi saco escuchaba música en clases.

photo by MajoRon

Un día un profesor me descubrió y siguió dando su clase con calma, el tiempo pasó y yo dejé de ocultarlo hasta que un día en clase el mencionó: Muchos seres humanos necesitan enfocar su atención en una sola actividad para concentrarse, pero en otros, “como el de la Majo”, el cerebro necesita algo más si no simplemente se aburre; “si ella no está escuchando música, está dibujando, pero yo sé que si le pregunto de que estoy hablando ella me va a responder correctamente”, de inmediato sonreí y entendí su reacción y la de otros de mis profesores, entendí que a ellos les bastaba con saber que estaba prestando atención, independientemente de lo que hiciera.

Dato curioso: llegué a dar exámenes con un audífono puesto, ya que, cada tanto algunos de mis profesores se acercaban a tomar el otro para asegurarse de que solo era música lo que escuchaba; Cuando lo hacía, mi nota solía ser más alta.  

El maltrato como sinónimo de excelencia:

¿Es realmente necesario ser maltratados para poder cumplir con nuestras actividades de forma correcta?

La respuesta es ¡No! Es importante aprender a ser organizados y responsables con nuestras obligaciones, y eso mis amigos, se aprende en casa y de los padres; si tu como padre no te has dado el tiempo de ayudar a tus hijos a encontrar la mejor forma para organizarse y cumplir, de enseñarles la importancia de sus responsabilidades, no esperes que esto lo aprendan en la escuela; y no, enseñarles sobre responsabilidad no significa el “porque si no te castigo”, significa que ellos vean desde pequeños que todos tenemos obligaciones y responsabilidades que debemos cumplir porque de ello dependen muchas cosas como:

  • El respetar señales de tránsito para cuidar la integridad propia y la de otros, no para evitar una multa.
  • Trabajar porque me hace feliz hacerlo y así contribuyo con el país, no solo para que llegue un salario al final del mes.     
  • Cumplir con los quehaceres del hogar porque es importante que el lugar donde habitamos esté limpio y ordenado, esta es una forma de cuidar de nosotros mismos y de nuestros seres queridos; no solo porque llegan visitas y “que van a pensar”.

Ahora hablemos del respeto:  

Photo by Solen Feyissa on Unsplash

Siempre he dicho que el respeto es algo que se gana, lamentablemente en nuestra sociedad el respeto se confunde con miedo, si un niño no responde pero puedes ver la expresión de horror en su carita créeme, ese niño no te respeta, te teme, en esas condiciones difícilmente confiará en ti sus dudas y preocupaciones, ¿hará lo que le pidas? Si, muy probablemente hará de todo por cumplir y no le va a importar si esto es correcto o no, pero cumplirá porque no querrá enfrentar las consecuencias. Habiendo dicho esto te pregunto, ¿Cómo puedes enseñar a un niño en estas condiciones? Lo mismo ocurre a todas las edades, si temen a la figura de autoridad (profesor) en lugar de respetarle, buscarán la forma de darle lo que ha pedido incluso engañándole, sin embargo, esto no implica que el conocimiento que impartió quedará en ellos, difícilmente y solo porque realmente lo necesiten en el futuro, cuantos de ustedes se han visto investigando nuevamente algo que se supone que aprendieron de un profesor con estas características.

El respeto, mis queridos amigos, no se exige a gritos ni con humillaciones; el respeto se gana demostrando que sabes de lo que hablas, tratando a los demás de la forma que esperas ser tratado, se gana cuando más gente puede decir que recuerda tus enseñanzas en comparación a la que puede decir que se llevó una mala impresión de ti. El respeto, al igual que la responsabilidad, se aprende en casa con acciones simples como estas:

  • Escuchando con atención a todos los miembros de la familia, haciéndoles sentir que realmente importa lo que tienen para decir.
  • Cuando a pesar de la frustración tu respuesta no es la agresión o los gritos.
  • Si admites tus errores y te disculpas.
  • Si tu respuesta frente a la autoridad es educada, por ejemplo: si cometes una infracción y vas a ser multado, admites tu error y aceptas la sanción con el propósito de no volver a hacerlo y si esta no es justa, la aceptas, pero educadamente indicas tu desacuerdo para iniciar luego el proceso necesario.
Photo by Gabriel Benois on Unsplash

Volvamos al tema que nos trajo aquí: es cierto que un educador puede estar cansado y frustrado por diferentes razones, un toque extra le da la clase a través de video llamada, muchas veces se puede sentir que no se tiene control sobre la clase y que no están atendiendo, sin embargo, esta no es un excusa para desquitarse de manera agresiva con los alumnos; toda institución educativa tiene normas y medidas a tomarse en caso de que se observen comportamientos incorrectos, y estas son las herramientas que deben usarse, más no los malos tratos. Si una persona no puede contener su ira para tomar las medidas correctivas necesarias, claramente se trata de alguien incapaz de gestionar su frustración, hay muchas razones por las cuales esto puede ocurrir y para prevenir es importante buscar ayuda, acude a tu psicóloga de cabecera regularmente para ayudarte con este tipo de temas, cuenta conmigo para hacerlo.  

Comentarios 0
Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *