¿Me pasas tu pack?

“Los packs”, resulta que estas palabritas se han puesto de moda últimamente, pero ¿qué significan?

Pues para las pocas personas que quedan en el mundo sin saberlo, se trata de fotografías del cuerpo desnudo de una persona que se envían a alguien más; una de las partes le pide a otra persona una fotografía privada y la otra persona es libre de decidir si hacerlo o no, usualmente.

Por tanto ¿qué tan prudente es enviarlas? ¿Qué riesgos existen?

Considero importante mencionar que una base, que debería ser ineludible, para poder enviar este tipo de contenido debe ser la confianza, la confianza y el respeto; partamos de allí.

Si una persona decide hacerlo esto implica que confía en que el receptor las usará de forma responsable, esto quiere decir que, si las guarda lo hará de forma segura para que nadie más tenga acceso a ellas o mejor, las borrará en cuanto ya no las use, además que bajo ningún concepto las compartirá con alguien más o las publicará.

Entonces ¿cuál es el problema?

Pues para empezar está el hecho de que no se puede confiar en todo el mundo; lamentablemente la mayor parte de las personas al enamorarse confían ciegamente en ese alguien especial, sin embargo, este sentimiento puede no ser retribuido por la otra persona, y es que es tan difícil conocer a una persona cuando se muestra tal cual es, peor aún con las máscaras que los seres humanos acostumbramos a llevar.   

El problema radica en que es difícil saber hasta donde puedes confiar en una persona, es difícil saber cuándo un acto impulsivo de inmadurez le lleve a compartir el contenido con personas de “su confianza” que a su vez las compartan con otro grupo de personas de “su confianza” y así este contenido se viralice en “círculos de confianza”, es casi imposible saber cuál será su reacción ante una situación dolorosa, sin ser esta una justificación aceptable; o bien si sus dispositivos electrónicos fueron robados o hackeados.

Por otro lado, también están las inseguridades, he conocido casos de personas que enviaron este tipo de contenido por presión de su pareja, son muy comunes, es decir que temen perder la relación que tienen o son chantajeados emocionalmente entonces se sienten forzados a hacerlo; en este caso la fotografía, video o lo que fuere, no fue enviado por calentura del protagonista y difícilmente se tratará de una foto en la que se sienta cómodo (a) donde realmente le guste lo que ve… lo ha hecho por obligación.

Existe una razón más para que este tipo de contenido exista en redes y se viralice, no estoy hablando de relaciones sentimentales, sino de “amistades” entabladas de manera inocente, muchas veces por un menor, con un desconocido; este desconocido se ganará la confianza de la otra persona hasta llegar a manipularla para obtener cosas a cambio, entre ellas fotografías y estas pueden ser muy privadas. Una vez conseguida la información necesaria el sujeto procederá a chantajear a su víctima a cambio de más material, dinero o diferentes beneficios. De allí la importancia de manejar responsablemente nuestras redes sociales.

La razón que me inspiró a escribir este artículo fue el releer una noticia en la cual se hablaba sobre el suicidio de una joven, al describir las razones que la llevaron a tomar esta fatal decisión se encontraba la filtración de fotografías “topless” que se habían filtrado a través de las redes sociales y el consecuente acoso que sufrió por gran cantidad de personas, al adentrar en el tema pude observar que existen varios casos con ese factor en común.

Si bien es cierto el tema de difundir contenido privado, por la razón que sea, no es una novedad; este tipo de situaciones se han dado siempre, sin embargo, no es hasta que tuvimos la facilidad de tener una camarita en nuestro bolsillo 24/7 y más aún la facilidad de enviarle una copia a otra persona sin perder la propia y sin que esto cueste un centavo, sé que a muchos no les sorprenderá saber que este tipo de situaciones se daban ya con videos y fotos de cámaras VGA que se transmitían a otros dispositivos, por Bluetooth, es espeluznante la rapidez con la que este tipo de contenido puede distribuirse; y lo que más ha pesado siempre es la serie de ataques que pesan sobre la o el protagonista de este contenido, dicho sea de paso que el asunto es realmente grave cuando se trata de una mujer, este punto no solo hablamos del acoso que recibe por quienes tuvieron acceso al contenido y posiblemente demandarán un trato similar, sino también de quienes no tienen idea de lo que se trata pero, se consideran con la calidad moral de apuntar con el dedo y juzgar a pesar de no tener la menor idea de todo lo que pudo ocurrir.

Ahora, en este contexto el envío de este tipo de contenido se vuelve un NO gigantesco y en negritas, pero, qué pasa con esas fotografías que se toman por decisión propia, de las cuales el propietario se siente orgulloso y en verdad quiere enseñarlas, pero no desea hacerlas públicas; a mi parecer hacer esto de una manera segura puede ser una inyección al ego muy interesante por ello me gustaría mencionar tres recomendaciones extremadamente importantes:

1. Nunca incluyas tu cara ni partes de tu cuerpo que sean reconocibles como tatuajes y piercings. 
2. Asegúrate de amar como te ves en cada fotografía y sentirte cómoda(o) con ella.
3. Que las críticas negativas te resbalen.  

No puedes saber si la persona que recibe tu “pack” es o no de fiar, sin embargo, con estas 3 simples recomendaciones te asegurarás de que una posible filtración no sea tan traumática, y es que si esto ocurre:

1. No pueden dar por sentado que eres tú la persona de la fotografía.
2. Al final será solo una foto muy sexy de alguien, sin cara.
3. Mucha gente se creerá con derecho de juzgar a la persona que se atreva siquiera a haberse tomado una fotografía o video de estas características, te encontrarás con insultos, con mensajes sobre todo lo que te harían si supieran quién eres, sobre cómo te mereces cada grosería que se ha dicho; ante esto lo mejor es la calma, recuerda siempre que no eres tú, están hablando de una fotografía que destapó la ignorancia y la represión de personas que no merecen tu atención.

Habiendo dicho esto quisiera hacer énfasis en que lo preocupante no es que alguien quiera tener una fotografía o video sexy de sí misma o con su pareja, lo realmente preocupante es la cantidad de gente dispuesta a recibir y compartir contenido privado de personas que en muchos casos ni siquiera conocen, con el fin de ponerlos en perspectiva consideren que el hecho que me inspiró ocurrió hace 8 años aproximadamente, sin embargo, en las búsquedas relacionadas en Google todavía se puede encontrar el pack con su nombre y apellido, la única respuesta que tuve para “contener” la indignación de toparme con tal descubrimiento, fue escribir este artículo, con la esperanza de que le sea útil a alguien para evitarle todo ese sufrimiento. Con esto quiero decir que quienes realmente deberían buscar ayuda son las personas que disfrutan del morbo que produce recibir y compartir este tipo de contenido, así como también de juzgar y “escrachar” sin miedo a la víctima de estas circunstancias cuando quien realmente obró mal es el y los responsables de difundirlas; lamentablemente vivimos en una sociedad donde son los afectados quienes deben buscar apoyo para poder convivir con aquellos que muestran conductas hasta cierto punto patológicas.  

Con todo esto en perspectiva, si estas pasando por algo similar, busca ayuda, todo esto es superable, no lo consideres una razón suficiente para acabar con tu vida.