Es solo un animal

mayo 28, 2020

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Es solo un animal

Uno de los primeros artículos que publiqué, trata sobre el duelo y como este se puede presentar ante cualquier cambio que signifique un antes y un después en nuestra vida, en estos días me encontré escribiendo sobre cómo preparar a los chicos para tener una mascota de forma responsable, si me siguen en redes, sabrán que he hecho publicaciones al respecto y pronto verán el artículo completo en mi blog.

Colección personal Ma. José Ron

El asunto es que este hilo de ideas me llevó al día en el cual perdí a la mascota que por muchos años me acompañó en la vida, fases críticas, sin lugar a dudas, y es que ese pequeño estuvo a mi lado en una parte de mi infancia, en ese momento en el que dejaba de ser una niña y me transformé en una adolescente con tantos miedos e inseguridades como la mayoría, luego en el paso a la adultez que resultó medio abrupto llegando a la universidad con 17 años, cuando los padres pueden caer mal y el mundo espera que a esa edad sepas exactamente lo que vas a hacer con el resto de tu vida; se quedó a mi lado mientras estudiaba y hacía tareas hasta mi noveno semestre, ¡ya casi acababa mi carrera! Fue entonces cuando por mi falta de precaución enfermó sin remedio y por amor a él, me decidí por la eutanasia. Entonces mi mundo empezó a desmoronarse. En nombre de ese momento y de todos quienes sintieron algo similar, escribo este artículo.

¿Qué ocurre cuando un ser que ha caminado a tu lado por tantos años y que ha sido testigo de tanto en tu vida, se va? Indudablemente se trata de un cambio que marca, y es que estos pequeños seres queridos pueden caminar a nuestro lado por aproximadamente 14 años o más si hablamos de un gato, pero seamos realistas, no se necesitan tantos años para que una mascota se lleve gran parte de nuestro corazón, siendo tan importantes es lógico que, ante su ausencia, nuestra mente entre en un estado de duelo y deba a atravesar por todas las fases que eso implica.

Opiniones hay varias, para muchas personas realmente son solo animales y les será muy difícil comprender la pena que se puede llegar a sentir, si eres uno de ellos solo puedo pedirte respeto para que puedas acompañar a quien piensa diferente, mientras supera un evento doloroso; si eres tú quien está sufriendo por esa pérdida y te encuentras con alguien que siente que eso es lo que necesitas escuchar, respira, esa persona tiene mucho que aprender, pero enseñarle no es tu tarea, por ahora es mejor tomar distancia mientras el tiempo pasa y tu herida sana. En los últimos años existe más gente consciente de esta realidad, y que de corazón están dispuestas a brindar apoyo y su hombro durante el camino a la aceptación, si has tenido la suerte de toparte con ellas, aprécialo.

Legalmente, al menos en el Ecuador, ante la muerte de un ser querido un trabajador debería contar con una licencia de 3 días, si se trata de su pareja o de un familiar hasta el segundo grado de consanguinidad (abuelos, hermanos, hijos o nietos) y 2 días según grado de afinidad (abuelos, hermanos o nietos de la pareja); este tiempo es por mucho insuficiente para superar la ausencia de un ser querido, lo cual no es un punto prioritario para las autoridades, menos lo será incluir la muerte de una mascota, al final, la muerte de una mascota no implica trámites legales, misas y velorios que es lo que se prevé se solucione con estas licencias; por tanto al día siguiente tendrás que secar tus lágrimas y seguir la rutina de tu vida como si nada hubiese cambiado, como si al final del día todavía estuviera la bola de pelos o plumas esperando ansioso tu llegada a casa, la vida sigue.

Describamos como se lleva usualmente este tipo de duelos:

La descripción que realizo a continuación la he basado en mi observación y experiencia a lo largo de mi vida profesional.

Photo by Tom Pumford on Unsplash

Sabes que tendrás que ir a tu trabajo aunque no sientas ganas ni de levantarte de tu cama, entonces desahogas tus penas en las redes sociales, intentas contener esas lágrimas que se escapan ante la negación y la ira que usualmente son las primeras en llegar, en vista de que estas rodeado de gente en tu lugar de trabajo es importante disimular, de todas formas alguien se percata de la situación y se acerca, te pregunta si estas bien, ¿Qué responder? existe un riesgo enorme de que la respuesta sea “es solo un animal”, lo cual podría desatar tu ira y permitirte desahogar algo del nudo que llevas dentro, algo que posiblemente, tú mismo no te has permitido.

Cuando era pequeña alguien me dijo que no se llora por los animales que mueren porque eso iba a causar que se muera un ser querido, cuando mi abuelita falleció me pase días enteros pensando por cual de mis perros había llorado o quien fue el culpable de que ella ya no estuviera; menciono esto porque desde pequeños aprendemos que se merece nuestras lágrimas y que no, no se trata de cómo nos sentimos de cara a determinado tema, si no de si ese tema es o no lo suficientemente importante para llorarlo, por ende, aprendemos a guardar nuestras lágrimas para situaciones especiales y para el mundo esta no es una de ellas, el problema es que a veces llega un punto en donde simplemente optamos por no llorar para no equivocarnos; ya sea porque la razón no es la correcta, el momento no es apropiado o simplemente que dirán, este tema lo trataré a fondo a futuro.

Llega la negociación y es aquí donde recorremos cada momento, cada acción que podríamos haber realizado para evitar este triste desenlace, donde le planteamos a la vida todas las opciones para que no nos lo quite, este es el proceso normal, pero ¿cuántos de ustedes realmente lo experimentaron? Porque casi sin avisar llega la depresión, duele el corazón cada vez que te tropiezas con algún juguete, su plato o una foto, pero hay que disimular porque no hay tiempo para eso y difícilmente alguien va a entender que estés deprimido(a) por un animal; “habiendo cosas más serias de que preocuparse”, sin embargo te culpas, te enojas y vuelves a sentirte triste; le extrañas.

Colección personal Ma. José Ron

Pasan los días, los meses o los años y la aceptación al fin llega, entiendes que ya no hay nada que se pueda hacer, aceptas que ya no le volverás a ver, lo recuerdas con cariño, llegar a este punto puede tomar varios retornos a la ira, la negación, depresión y la negociación considerando que, difícilmente has podido afrontar correctamente cada una de estas fases. En este punto mucha gente decide que no quiere volver a sentirse así y se sierra a no volver a tener otra mascota en su vida, muchos lo cumplen; personalmente no lo recomiendo, considero importante no cerrarse completamente a esta idea, en vista de los múltiples beneficios que un animalito le puede traer a nuestra salud, sin mencionar los múltiples beneficios que un buen dueño le puede traer al animalito en cuestión.  

La pregunta es, ¿realmente te lo permitiste?, ¿realmente te diste permiso de sentir cada fase como lo mereces? Sabemos que el medio no va a ayudar, pero seamos realistas, hoy en día la sociedad y el mundo laboral ni siquiera te permite elaborar correctamente el duelo por la muerte de un humano querido, así que, ha llegado la hora de buscar nuestros propios espacios, nuestros momentos, nuestras formas y rituales con el fin de poder superar estos procesos sin enfermar en el intento.

El internet está lleno de ideas para ayudarnos a elaborar nuestro duelo, estas pueden ser muy útiles o afectarte enormemente, porque cada persona tiene sus propias necesidades y es por ello que es necesario que alguien con conocimiento en el tema te acompañe, si has llegado hasta aquí y te has sentido identificado déjame contarte que buscar ayuda y pedir que te acompañen durante este proceso es una fortaleza que muy pocos tienen, elabora correctamente tus duelos, respeta tus tiempos, todo dolor es respetable y aquí estamos los psicólogos para ayudar.   

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Comentarios 1
  1. Cristina Carrera

    Me encantó este artículo mi querida María José pues yo perdí y lo digo con toda sus letras una parte de mi vida cuando mi perrito murió hace casi seis años, es un dolor indescriptible que no podría expresarlo con palabras, la verdad después de haber perdido a dos seres queridos muy cercanos uno asume que ha sufrido bastante, pero no es así, cada partida es distinta y llevas tu duelo de distinta manera. Felicito tus artículos llenos de verdad y por favor no dejes de seguirnos guiando con tus conocimientos. Saludos y un abrazo

    2020-06-02 22:03:12

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